viernes, 29 de septiembre de 2006

Parra, un embutido de ángel y bestia

Seguramente Nicanor Parra será nuestro próximo Premio Nobel. Su poesía, perdón, antipoesía, disfruta de "buena salud", si es que algo tan descabellado como un lenguaje que rompe con la tranquilidad de las buenas costumbres y con ese hábito de buscar la paz en la tribu. Parra aniquilo la lírica del tonto solemne y continúa sorprendiendo con sus producciones.

viernes, 8 de septiembre de 2006

Benedetti, comprometido con el lector


Desde siempre me ha llamado la atención la obra de Mario Benedetti, una creación de alta intensidad comunicativa, cercana al lector, que escribe sobre nuestros odios y nuestras fobias, sobre el amor y el desengaño. En palabras sencillas comparte verdades del hombre montevideano que es como todos los hombres y nos revela en su literatura un profundo compromiso con la vida, en defensa de nuestra dignidad y alegría de seres temporales e históricos. ¿Qué aprender de una lectura de sus cuentos? Sobre todo eso, vivirse la vida a plenitud, a todo pulmón, aunque aveces nos duela el asma.

lunes, 17 de abril de 2006

Inventando la vida

Cada cual se inventa su propia vida, cada cual hace de su vida una creación, buena o mala, terrible, fatídica, resignada o feliz, cada quien es responsable de su vivir. Esta filosofía se desprende de la lectura de las obras de Manuel Rojas, quien cumple 110 años de nacimiento. Anarquista, profundamente vivencial y comprometido con los desposeídos, Rojas nos revela un mundo hostil y obstinado en su burocracia, producto del Estado (con toda su carga de funcionarios chupatintas y ganapanes) y, también, de nuestra propia desidia, nuestro propio desmayado desinterés, esa manía nuestra de creer que los otros deben hacer algo por cambiar esta sociedad -colapsada por supuesto- en la que nos ha tocado vivir. Rojas no fue un hombre de quejas, por el contrario, colaboró activamente en los movimientos anarcosindicalistas y quienes tuvieron la oportunidad de conocerlo, hablan de un hombre apasionado por la vida y que, más allá de las duras experiencias que le tocaron en suerte, y contra toda predicción, hizo de su existencia una obra de arte. En el marco de la literatura chilena, se le reconoce su capacidad para renovar la narrativa de mediados del siglo XX, introduciendo procedimientos y técnicas, tales como el monólogo interior, los montajes, los saltos narrativos (flashback y racconto), utilizados antes por Faulkner y Proust, y que dan al relato la fluidez real de nuestra memoria.

viernes, 24 de marzo de 2006

Fantasma en busca de fantasmas


De las muchas interpretaciones que los escritores han dado a la identidad del hombre americano, la novela "Pedro Páramo" de Juan Rulfo me ha dado la brutal desolación de un mundo sin esperanzas y sin posibilidades. El desencuentro domina esta historia que, de alguna manera, es la historia de todos los hombres y mujeres de América Latina, los mestizos que han sido olvidados por sus padres. De alguna manera, Pedro Páramo es una novela que nos muestra a un Telémaco degradado en la figura de Juan Preciado. El conocido mito de la telemaquía, es decir, la búsqueda del padre -en ese caso Ulises, el padre cariñoso y tierno que añora el hijo de Penélope en la Odisea- está aquí invertido. Fantasmas que buscan fantasmas en un espacio vacío y pérdido en la borrasca del desierto. Rulfo ha dado testimonio de ese mundo en sus fotografías, íntimas y lacerantes. Como en la Divina Comedia, aquí debemos abandonar toda esperanza al entrar a este infierno en donde ni siquiera nos espera la consideración del castigo, tampoco la opciónde unos cien años de soledad, puesto que en el mundo de Rulfo únicamente encontramos disolución y desengaño, un hombre mirando por toda la eternidad el camino que lleva al cementerio donde yace la mujer amada que nunca lo amó.

Crónica de una muerte anunciada

La "Crónica de una muerte anunciada" se ha considerado la obra más «realista» de Gabriel García Márquez, pues se basa en un hecho histórico acontecido en la tierra natal del escritor, Arataca. En las primeras líneas de la novela, ya se sabe que los hermanos Vicario van a matar a Santiago Nasar, de hecho ya le han matado, para vengar el honor ultrajado de su hermana Ángela, pero el relato termina precisamente en el momento en el que Santiago Nasar muere. El tiempo cíclico, tan utilizado por Gabriel García Márquez en sus obras, reaparece aquí minuciosamente descompuesto en cada uno de sus momentos, reconstruido prolija y exactamente por el narrador, que va dando cuenta de lo que sucedió mucho tiempo atrás, que avanza y retrocede en su relato y hasta llega mucho tiempo después para contar el destino de los supervivientes. La acción es, a un tiempo, colectiva y personal, clara y ambigua, y atrapa al lector desde un principio, a pesar de que conoce el desenlace de la trama. La dialéctica entre mito y realidad se ve potenciada aquí, una vez más, por una prosa tan cargada de fascinación que la eleva hasta las fronteras de la leyenda (Amazon). El relato de García Márquez es también la historia de los prejuicios: el honor, la virginidad, la religión; y de los supuestos, efectivamente, los personajes se justifican de su inacción con explicaciones , "yo creí...", "yo pensé que...", que viene a ser otra forma de cobardía. Así, no hay héroes ni heroísmos. Nadie es digno de la salvación. Todo es renuncia y olvido, el mundo sucede en la predecible medida de nuestras debilidades. Un comentario en profundidad nos permite observar los temas y explorar en las claves literarias de esta obra que te invito a leer con entusiasmo.

martes, 10 de enero de 2006

Enseñar es contar una historia

Aprovechando el verano, reviso apuntes de Kieran Egan, profesor canadiense que ha sido de vital importancia en mi formación como maestro. Egan ha propuesto un modelo educativo que integra la imaginación y la fantasía de los niños en el aprendizaje, más allá del punto de vista tradicional que privilegia la razón como la manera más adecuada para acercarse a la realidad. Los mitos, las narrativas, la sensibilidad en movimiento, son mucho más desafiantes para los niños y jóvenes que largas tandas de estudio que no tienen sentido ni emoción. Cualquier materia, hasta la más árida, puede ser tratada con sentido del humor, un toque de ironía, belleza y profundidad filosófica. Los profesores pueden aprender el arte de contar cuentos observando y practicando. Un niño se apasiona con su aprendizaje cuando tiene vivencias que lo motivan y a ello ayuda muchísimo un maestro cariñoso y entretenido. Kieran ofrece los elementos prácticos para cambiar el enfoque clásico de la educación que, por lo demás, no tiene buenos resultados que ofrecer. Si quieres conversar sobre este tema, basta con escribir.