miércoles, 15 de agosto de 2007

Los Mejores Cuentos de Terror

Todos tenemos miedo, el que sea, cualquiera, pero lo tenemos. Los relatos de terror nos ayudan a ir reconociendo nuestros miedos, explorar aquello a lo que tememos. Pueden ser las fobias a cosas elementales, insectos, plumas, sustancias repulsivas, o también a sufrir daño corporal, como mutilaciones o heridas brutales. Contemplar ese horror nos puede ser repulsivo y, a la vez, atractivo. Por otra parte podemos tener horror a enfrentar una muerte dolorosa o repugnante, tanto la propia como la de otros, en particular, la de nuestros familiares o amigos, quienes pueden ser víctimas, además, de terribles mutaciones. Por último, existe el temor a perder nuestra alma a manos de alguna entidad maligna y vagar eternamente en la condenación final. Todos estos temores son desarrollados, con ejemplar maestría, por los más importantes autores del género en la colección Los Mejores Relatos de Terror (o Cuentos de Terror, publicados en Alfaguara) que te presento aquí:


“El Extraño caso del señor Valdemar” de E. A. Poe

“La Muerte Enamorada” de Théophile Gautier

“Un Habitante de Carcosa” de Ambroise Bierce

“La Pata de Mono” de W.W. Jacobs

“La Verdad acerca de Pyecraft” de H. G. Wells

“Vinum Sabbati” de Arthur Machen

“El Almohadón de Plumas” de Horacio Quiroga

“La Decisión de Randolph Carter” de H. P. Lovecraft

jueves, 19 de julio de 2007

El artista como asesino



“El Perfume” de Patrick Süskind se puede interpretar también como la metáfora del artista. Descubrir el propio talento, único y aterrador. La necesidad de sobrevivir al uso social que exige la obediencia al sistema. De pronto, la certeza de que, sin disciplina, no hay ninguna oportunidad de desarrollar el propio arte. Estas son algunas de las fases que podemos distinguir en el nacimiento y formación del artista. Y entonces aparece la obsesión por lograr la obra perfecta o, al menos, llegar hasta el límite, ese límite siempre móvil, más allá de todas las convenciones, más allá de nuestra ética de buenos ciudadanos. ¿Y si la creación máxima demanda inmolaciones? ¿sacrificios humanos? Así el artista se convierte en asesino, en el asaltante cósmico. Sin importar el precio, la obra debe constituirse, debe llegar a ser y, si es preciso, la firma será con sangre, la propia, la de otros. Las preguntas son antiguas: ¿la obra de arte debe obedecer a ciertos imperativos éticos? ¿Hay ciertos límites imposibles de traspasar? Preguntas que contestar y compartir, como una manera de explorar lo que somos.

viernes, 18 de mayo de 2007

jueves, 26 de abril de 2007

Poe: el maestro del terror


Considerado el maestro del relato de terror, Edgar Allan Poe convirtió en arte nuestras sensaciones de horror, provocándolas a través de cuidadosas punzaciones, avanzando lentamente en el desarrollo de su narrativa, hasta atraparnos en una situación de angustia y de pánico incontenibles. Sus temas favoritos fueron el morir enterrado vivo, vagar en un laberinto de torturas interminables, enfrentar las fuerzas irracionales de la naturaleza y salir vivo, no más fuerte, como esperaría Nietzsche, sino que destruido; nuestras obsesiones, nuestro temor al dolor espiritual y al daño físico, nuestra percepción del vacío y del sin sentido son el material de sus historias. Devorado por sus propios fantasmas, Poe murió olvidado en la miseria, enloquecido por el opio y el alcohol, y sin embargo nos dejó la belleza oscura del miedo. Haz click aquí para ver más cuentos.

domingo, 4 de marzo de 2007

Leer y explorar

La actividad de leer va ampliando nuestras posibilidades de entender el mundo y desarrollar nuestra capacidad intelectual y emocional. En la literatura, compuesta de diferentes géneros literarios, podemos participar de la sensibilidad personas de otros lugares y otras épocas. El mundo literario es una ficción que asemeja nuestro mundo y, por lo mismo, explora, por medio de la imaginación, lo que somos. Te invito a vivir esa experiencia por medio de la lectura de un cuento y, después, haz tu comentario aquí mismo.

martes, 20 de febrero de 2007

Visitando Punta Choros

Tuve la suerte de conocer Punta Choros, una caleta de pescadores situada a unos 100 kms de La Serena, con playas no invadidas por hordas de veraneantes con motos de agua, basura y bocinazos. Descubrir este lugar me recordó otro hallazgo, otra playa de hace más de treinta años, también solitaria, silvestre, limpia y casi virgen, El Canelo que, hoy por hoy, es prácticamente inhabitable. Ojalá Punta de Choros no sea invadida por nuestro hábito depredador. Quizás deberíamos mantener el secreto.

miércoles, 31 de enero de 2007

El Laberinto del Fauno



El horror tiene muchas formas. En "El Laberinto del Fauno" de Guillermo del Toro aparece el real y el fantástico, traspuestos y casi al espejo. Gracias a una invitación de ViaX pudimos ver esta magnífica película, una obra de arte, que supera con mucho al majadero Harry Potter -eternamente salvado via deus ex machina- y que nos deja temblando de asombro y con la sensación ambigua de una salvación (im)posible.

viernes, 26 de enero de 2007

Persiguiendo una muñeca por Sanhattan

La magia se tomó las calles de la ciudad. "Me da miedo...", me dijo Camilo, "¿Y dónde está el rinoceronte?", preguntaba una niña. La multitud, como cabros chicos (me incluyo por supuesto), detrás de la muñeca. Un regalo de Royal de Luxe, una fiesta para salir del tedio estival y recuperar la fascinación y el entusiasmo, la alegría de imaginar lo increíble. Frente a una pila de micros en La Moneda, una niñita le preguntó a su papá: "¿El rinoceronte es malo papi?" - "No, no es malo, solo es que está asustado" - "Ojalá y se calme el pobre..." Ese diálogo, inocente, lleno de ternura, es la entrada a la fantasia que camina por las calles de Sanhattan por estos días.