El horror tiene muchas formas. En "El Laberinto del Fauno" de Guillermo del Toro aparece el real y el fantástico, traspuestos y casi al espejo. Gracias a una invitación de ViaX pudimos ver esta magnífica película, una obra de arte, que supera con mucho al majadero Harry Potter -eternamente salvado via deus ex machina- y que nos deja temblando de asombro y con la sensación ambigua de una salvación (im)posible.
miércoles, 31 de enero de 2007
viernes, 26 de enero de 2007
Persiguiendo una muñeca por Sanhattan
La magia se tomó las calles de la ciudad. "Me da miedo...", me dijo Camilo, "¿Y dónde está el rinoceronte?", preguntaba una niña. La multitud, como cabros chicos (me incluyo por supuesto), detrás de la muñeca. Un regalo de Royal de Luxe, una fiesta para salir del tedio estival y recuperar la fascinación y el entusiasmo, la alegría de imaginar lo increíble. Frente a una pila de micros en La Moneda, una niñita le preguntó a su papá: "¿El rinoceronte es malo papi?" - "No, no es malo, solo es que está asustado" - "Ojalá y se calme el pobre..." Ese diálogo, inocente, lleno de ternura, es la entrada a la fantasia que camina por las calles de Sanhattan por estos días.
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